Era una niña lo juro, llevaba un hermoso vestido azul. Y sus risos castaño claro le caían por los hombros.
No sonreía pero su rostro mostraba una felicidad tan notoria que era como ver su sonrisa.
Hermosos ojos delineados por sus pestañas, labios rosados y palida piel de porcelana, a su corta edad era simplemente una princesita.
Miedo.
Eso sentí cuando la vi y supe que no era humana, su transparencia la delataba y aunque estaba lejos de mi sentí ganas de apartarla, alejarla era casi una necesidad y por eso grite. Me defendi de aquel ser con palabras que tal vez no significaron nada para ella pero calmaban levemente mi temor:
-alejate, eres fea. Alejate-
Para mi asombro ella sonrió y aquel rostro entre siniestro y tierno me cubrió de calma, así comencé a sonreír también.
El miedo se desvaneció y con el se fueron mis impulsos para alejarla aunque ella solo se quedo ahí, de pie, mirando hasta que simplemente comencé a ignorarla para seguir con la charla familiar que se desarrollaba en casa.
¿Quien es?
No lo se y tal vez jamas lo sepa pero es claro que no hay maldad en ella.
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