lunes, 26 de diciembre de 2016

Amor y lujuria


Entraste en mí con fuerza como un poseso
Mis gemidos agudos llegando al utópico cielo
Sensualidad atmosférica
 Placentero dolor mezclándose con contracciones subversivas
Navegas con tu góndola por los mares de mi vientre
Me elevas al cielo
 Besos inefables
Los sonidos guturales de un tigre que se acerca
Enciendes un fósforo y me quemas con fuego líquido

Tu energía me atrae
Y tu lengua juega con mi cavidad
Sobre satín negro volamos y descansamos
Tibios, mostrando nuestra divinidad
Tus manos son Arco iris de lujuria derramándose sobre mi libido morena
Arrancas mi piel dejándome vulnerable
Me tocas con estrellas fugaces que recoges con miembros erguidos
Grandes garras que usas como llaves para abrir las puertas del cielo y entrar al paraíso púbico de mi existencia
Eres pólvora y yo me vuelvo fuego
Eres hambre y mi carne la saciara
Eres pasto verde y yo rocío matutino que se regocija sobre ti.
Acaricias mis delicados pechos con tus grandes manos
Amor y lujuria en la misma cama tocándose hasta llegar al orgasmo, penetrándose el uno al otro, definiendo su sexo, perdidos entre lenguas y dedos.
Nos perdemos en el deseo y nos encontramos en el éxtasis.
Y al arrojarnos estrepitosamente al abismo  del orgasmo, juntos, fulgurantes, mezclados entre pieles, implotando. Nos abrazamos rendidos, dejando caer todo el peso de la pasión sobre las sabanas, acariciando extremidades temblorosas, con centellas en los ojos, con sonrisas adolescentes.
Nuestros dedos se entrelazan y la felicidad se esparce en la habitación.

jueves, 22 de diciembre de 2016

Niña fantasma

Era una niña lo juro, llevaba un hermoso vestido azul. Y sus risos castaño claro le caían por los hombros.
No sonreía pero su rostro mostraba una felicidad tan notoria que era como ver su sonrisa.
Hermosos ojos delineados por sus pestañas, labios rosados y palida piel de porcelana, a su corta edad era simplemente una princesita.
Miedo.
Eso sentí cuando la vi y supe que no era humana, su transparencia la delataba y aunque estaba lejos de mi sentí ganas de apartarla, alejarla era casi una necesidad y por eso grite. Me defendi de aquel ser con palabras que tal vez no significaron nada para ella pero calmaban levemente mi temor:
-alejate, eres fea. Alejate-
Para mi asombro ella sonrió y aquel rostro entre siniestro y tierno me cubrió de calma, así comencé a sonreír también.
El miedo se desvaneció y con el se fueron mis impulsos para alejarla aunque ella solo se quedo ahí, de pie, mirando hasta que simplemente comencé a ignorarla para seguir con la charla familiar que se desarrollaba en casa.
¿Quien es?
No lo se y tal vez jamas lo sepa pero es claro que no hay maldad en ella.

Ayer fui a trotar


Ayer fui a trotar al parque porque quería olvidar, quería dejar atrás todo y a todos por un momento, aunque solo sea una ilusión temporal.
Quería correr tan rápido como mi cuerpo me lo permitiera para que la brisa moviera mi cabello y enfriara mis pensamientos pero no lo hice, solo trote un poco, a paso lento pero firme. Me sentí sola pero tranquila, agotada pero no fastidiada.
Por un breve instante Sonreí, estando sola frente al lago de los patos mientras los contemplaba nadar; mi sonrisa no tenía significado alguno pero estaba ahí. ¿Quién la invito? No lo sé, solo sé que fue un reflejo de lo que realmente había en mi corazón y por un instante me sentí completa, tranquila, no necesitaba nada ni a nadie. Todo estaba bien.
Mire el cielo y me pareció más azul que de costumbre y un rayo de sol me cegó por segundos hasta que una nube lo cubrió y me distrajo, seguí trotando por el sendero y una pareja de ancianos que caminaban tomados de la mano me hicieron sonreír de nuevo, y muchas cosas pasaron y muchas personas se cruzaron en mi camino siendo todos desconocidos y luego ya no quería correr ni huir, fui ralentando el paso hasta que comencé a caminar lentamente aun sin rumbo. Me engaño al decir que estoy curada, que mi desesperación no regresara, siempre está ahí oculta esperando para atormentarme pero ya sé que solo debo trotar un par de horas en el parque y todo pasara.
Concluí que correr es sano para el cuerpo y el alma y que estar sola no significa que realmente lo estás, te tienes a ti mismo, el ser más preciado e importante.
Nadie te amara como tú mismo te amas.

Adormecida

Siempre has estado dormida
Tendida bajo una manta de sueños
Rendida ante pesadillas pasajeras
Que te hacen estar triste y molesta a la vez
Que te hacen crecer y te encogen
Sometida ante tus sentimientos
Llena de ira en contra de la vida que elegiste
Castigada, débil y dormida.
Explotas, y explotas
Y te agotas como combustible al fuego. Como el agua de los ríos corres apresuradamente sin rumbo
Y luego te pierdes en el inmenso océano de emociones que te atormentan
Una minúscula pastilla suprime ese segundo rostro que te tortura
Amansa el entendimiento
 Quita la niebla de la percepción
Da amor a tu vida
Y aunque es tarde y estas sola
Tienes una segunda oportunidad para ser feliz
Una razón para despertar del letargo
Una manera de abandonar los dos polos
Una sonrisa practicada frente al espejo
Un momento de sollozo sobre la almohada
Todos te odian, pensabas
Ya no hay nadie a tu lado, ahora
El tiempo pasa y no despiertas
Tu cama es tu aliada
Depresiva, acolchada
Con pijama almidonada
Te recibe a toda hora
Y te abraza con entendimiento
 Fingiendo que es tu amiga
 Hasta que ya no puedas despertar.

martes, 6 de diciembre de 2016

Inspiracion

Me encantaría mirarlo cuando no se percata, cuando duerme, cuando sueña, cuando su espiritu vuela a otro plano. Pero no me lo permite. Vive cuidando de mi sueño, y cuando despierto y pregunto ¿en que piensas? Siempre responde "en nada".
Eso decimos cuando pensamos en todo.
Por eso me encantaría mirarle cuando duerme, cuando no se percata de mi presencia, porque por un momento él soñaría con todo y yo solo pensaría en él.