La vi una sola vez, entro una noche con su vuelo danzarín y
sus alas plateadas. Su cuerpo brillante y sus pies colgados de aquel diminuto
cuerpo que levitaba frente a mi rostro llenándome de asombro.
Parecía producto de un sueño, una loca fantasía infantil. El
mundo de las hadas yacía oculto en mi jardín, mi hogar era una película de ficción
que se posó en mi mano y acarició mi alma risueña.
Me rodeó y me acompañó durante mi niñez. Risas y dicha me
abrazaron gracias a mi pequeña amiga, su voz era delgada como un hilo pero
poderosa como la guerra y su sabiduría infinita como la de un adulto.
Un día simplemente se fue dejando atrás sus alas de
telaraña, su pequeña cama de hojas y ramas, dejándome solo recuerdos y dudas de
la realidad.
Vuelve amiga mía
Danza conmigo
Escucha mi risa
Abraza mis dolores
Llévate mi cuerpo
Hazme niña otra vez
Mon amie la fée
No hay comentarios:
Publicar un comentario