jueves, 25 de agosto de 2016

Dolores del alma

Cuando la tristeza baja como una gota de sudor por tu pecho, cálida pero enfriándose con el ambiente gélido de nostalgia que te rodea.
La embriaguez del silencio y la soledad te arropan, son los compañeros rutinarios que se amarran a tus pies y guían tus pasos al infinito abismo de melancolía, que se agolpan en tu cartera como billetes sin valor, como fotos de familiares muertos. Y ahora que lo has descubierto, que te has dado cuenta que para lo que sientes no hay cura sin la medicina correcta y que esa pomada que tanto buscas se fue hace mucho por la vereda del olvido.
Recuerda todo lo que puedas de tus aventuras y desventuras porque de ahí sacaras las lecciones que prometen componerlo todo, para lograr levantarte cada mañana y amansar las gotas que se agolpan en tus ojos pujando para aflorar los dolores del alma.

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