viernes, 4 de noviembre de 2016

Una moneda



Mi precio es muy bajo.
Soy barata como el caramelito de un niño.
Como prostituta de plaza.
Me doy a cualquiera que pueda pagar el precio.
Ya sea el duende al final del arcoíris,
o al rico y obeso avaro que acumula riquezas para el futuro
Pero hay un detalle,
solo pueden comprarme con una moneda muy especial.
Es de baja denominación por supuesto, 
pero es hermosa y pequeña.
Brilla en diversos colores como la aurora boreal
Y no muchos la tienen.
Solo aquellos que me han conocido de verdad pueden obtenerla, 
aunque algunos han venido a este mundo con alguna entre sus manos
 y han podido realizar la transacción.
La vida en ocasiones me traiciona y se la obsequia a algún recién llegado
Algunos mendigos del amor la han hallado entre limosnas
Y muchos suertudos extraviadas en la acera de una calle solitaria
Pensándolo mejor, comprarme resulto no ser tan fácil
 Pero me gusta ser difícil
Ser deseada mas no alcanzada
Como una reina,
como una diosa,
como la Pachamama
¿Acaso sabes cuál es la moneda para comprarme?

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